Por Roberto Veras.
“Hace muchos años aprendí que me encantaba dar y ayudar a los demás, fue entonces cuando me di cuenta de que cualquier contribución es mejor que ninguna, cuando estamos pasamos momentos difíciles”, fueron las repuestas de Juan Carlos Echavarría mejor conocido como, Joselito al ser cuestionado.
Con palabras simple siguió diciendo, mi mayor alegría en la vida rara vez se encuentran en la búsqueda de una ambición personal, sino más bien en la alegría de simplemente estar allí cuando alguien me necesita, pues nunca es demasiado tarde para comenzar a comprometerme con los demás.
Cuando les preguntamos, ¿Por qué le gusta estar rodeado de gente simple?, nos respondió, “amo ayudar a la gente, realmente me encanta, pero ayudar es una palabra amplia. Ayudar puede no significar lo mismo para ti que para mí, pero debemos asegurarnos de no permitir que una persona o situación negativa nos impida ayudar a otros”.
Joselito también dijo, En estos días, con todas las exigencias de la vida laboral y familiar, puede ser más difícil que nunca pensar en los demás, y mucho menos atender sus necesidades, pero siempre estamos presto para ayudarles.
El hecho es que si todos fuéramos un poco más amables, el mundo sería un lugar diferente. El tráfico sería más soportable, trabajar en equipos sería más agradable. Tendríamos niños más educados y felices.
Finalmente nos dijo, un joven a mi lado puede necesitar 100 pesos para ser ayudado, mientras que una señora adulta mayor sentada en una silla de guano puede necesitar un abrazo para ser ayudada.
Esto es lo que creo, es hermoso ayudar. Todos ayudamos de una manera diferente y todos necesitamos ser ayudados de manera diferente, pero siempre debemos ayudar a nuestro prójimo, que es ayudarnos a nosotros mismo.
Qué mejor sería el mundo si todos nos uniéramos y decidiéramos que todos los días trataríamos de ayudar al menos una persona. Es posible que no siempre obtenga los resultados que desea cuando lo desea, pero puedo asegurarle que al final vale la pena.